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n. f.
masas de gotas de agua o de cristales de hielo visible que se forma a una cierta altitud sobre la superficie terrestre debido a la condensación del vapor de agua suspendido en la atmósfera.
Las nubes suelen presentar un color preferentemente blanco al dispersar toda la luz del espectro visible. Sin embargo, cuando presentan una elevada densidad que impide que la luz atraviese su masa, acostumbran a presentar tonalidades grisáceas e incluso negruzcas. La formación de las nubes se debe al enfriamiento de masas de aire húmedo que ascienden en altura empujadas por movimientos ascendentes. La mayor parte de las nubes se forman entre los 1.000 y los 2.000 m. Denominadas nubes bajas, presentan una elevada densidad y están constituidas en su mayoría por gotas de agua. Las nubes medias se encuentran entre 2.000 y 6.000 m de altura, son menos densas y están constituidas por gotas de agua o por cristales de hielo. Entre los 6.000 y los 13.000 m se ubican las nubes altas, formadas en su mayoría por hielo y con una densidad mínima.
El aspecto de una nube depende de la naturaleza de los elementos que la componen y de su distribución: las nubes de agua tienen formas más definidas y contornos netos, mientras que las nubes de hielo presentan formas deshilachadas y contornos indefinidos.
Las nubes también se pueden clasificar en base a su proceso de formación, distinguiéndose de este modo las cumuliformes y las estratiformes.
Según la Organización Meteorológica Mundial, la nubes se clasifican en tres géneros, tres familias y nueve tipos principales:
Géneros
Familias
Familia B: nubes medias (entre 2.000 y 6.000 m)
Familia C: nubes bajas (menos de 2.000 m)