La primeras ascensión al pico Duarte fue llevada a cabo en 1851 por el cónsul británico Robert H. Schomburgk, que estimó su altura en 3.140 m y lo bautizó con el nombre de monte Tina. En 1912, el padre Miguel Fuertes contradijo las mediciones establecidas por Schomburgk después de escalar La Rusilla, que consideró como el punto más alto de la isla. Un año más tarde, el botánico sueco Erik L. Ekman otorgó más valor a los cálculos iniciales en favor del cónsul británico.
Durante el régimen político de Trujillo, el pico Duarte se denominó pico Trujillo y, tras la muerte del dictador, recibió su nombre actual.
Los mejores meses para su ascensión son diciembre, enero, febrero, marzo y abril, ya que durante el resto del año son frecuentes las tormentas con un importante componente eléctrico. Se han establecido cinco rutas principales para su ascensión: La Ciénaga, Mata montaña: Grande">Grande, Constanza, Las Lagunas y Sabaneta; aunque las dos primeras son las más habituales, con trayectos de 23 y 45 kilómetros respectivamente. Ambas son ascensiones que no presentan ninguna dificultad técnica y que permiten conocer una hermosa región montañosa y el parque nacional que las alberga. En verano se alcanzan temperaturas de 30 ºC, mientras que en invierno las mínimas pueden rondar los -8º C.
Una combinación de las rutas Mata Grande y La Ciénaga, que se puede realizar en seis días, permite conocer con tranquilidad la riqueza y diversidad del parque nacional J. A. Bermúdez y ascender a sus cumbres principales, incluido el pico Duarte. Puede ser considerada como una forma de turismo naturalista.