Situado de pleno en los Andes Centrales, el Nevado Pariacaca se encuentra entre los departamentos de Lima y Junín (Perú). Cuenta con dos cumbres: el Pariacaca Norte de 5.730 metros de altura sobre el nivel del mar y la cumbre principal o Pariacaca Sur de 5.750 metros. Según la cosmovisión andina, la montañas del Pariacaca eras considerada como una de las divinidades más importantes del Tahuantinsuyo (el Imperio Inca), por lo que se supone que ya fue ascendido por las civilizaciones incas o preincas en rituales de veneración al apu o montaña sagrada. El manuscrito de Huarochirí atestigua este tipo de rituales y habla en concreto del Santuario del Pariacaca.
Cada año son muchos los montañeros y alpinistas que llegan a la capital peruana para desplazarse hasta las montañas peruanas gracias a servicios como los que se ofrecen en vuelos baratos a Lima con Expedia. Es posible ascender hasta la cumbre del Pariacaca, practicar la escalada en los alrededores o bien recorrer la numerosas rutas de senderismo que lo rodean. Se trata de un paraje natural de gran belleza, con unas vistas incomparables y una historia latente que permite aproximar al visitante a la cultura y creencias andinas.
La mejor ruta de acceso para recorrer o subir esta montaña parte de la Carretera Central que va desde Lima hasta Huancayo. En el pueblo minero de La Oroya hay que tomar el desvío hacia Pachacayo. Se continúa por una carretera sina sfaltar pero consolidada durante aproximadamente unos 80 km hasta llegar al centro del poblado de Tanta. En esta población se pueden realizar las últimas compras de víveres e incluso contratar arrieros para el trasporte de carga. Desde Tanta se alcanza el campo base del Pariacaca tras una caminata de poco más de 15 km.
Las primeras visitas a la zona del Pariacaca datan de mediados de la década de 1920 y fueron llevadas a cabo por expediciones geográficas americanas y austro-alemanas. Se cree que los primeros ascensos a los picos del nevado Pariacaca se realizaron en 1936 (cumbre norte) y en 1938 (cumbre principal al sur), ambas a cargo del geólogo americano T. Dodge. Por otra parte, las primeras ascensiones nacionales probablemente fueron realizadas por miembros de los clubes de montaña a partir de la década de 1970, como por ejemplo el Club Andino Peruano y el Américo Tordoya.