Desde Bariloche hay que recorrer 77 km bordeando el lagos Gutiérrez (con el cerro Catedral siempre a un costado) en dirección sur por la ruta 258 hasta el kilómetro 35, tomando la ruta Nº 81. A partir de ahí se continúa por la ruta 81, muy cerca del río Manso y luego a orillas del Lago Mascardi hasta llegar a Pampa Linda.
El camino de ripio sin asfaltar que bordea el Lago Mascardi es bastante estrecho, por lo que se han establecido horarios precisos para circular en un sentido u otro. Durante la mañana el sentido permitido es hacia Pampa Linda, mientras que por la tarde el tráfico cambia en sentido inverso. Asimismo, en verano salen diariamente colectivos desde Bariloche hasta Pampa Linda.
La frondosa vegetación se extiende a ambos lados del camino, acompañada por la estampa del lago Mascardi. A unos pocos kilómetros es recomendable hacer una parada en el mirador para contemplar el espectacular paisaje y sacar fotos. Un tramo más adelante, después de pasar el puente del arroyo Los Césares, se puede dejar el automóvil estacionado en las inmediaciones del Hotel Tronador y realizar una tranquila caminata hasta la cascada. Al salto de agua, de 70 metros, se llega por un sendero bien señalizado y de pocos kilómetros.
Al llegar a Pampa Linda (950 m) ,hay que registrarse en las oficinas del parque y dejar constancia de la fecha de bajada y de la actividad que se va a realizar, así como el equipo del cual se dispone. Pampa Linda cuenta con hostería, camping y restaurante.
Desde Pampa Lindasale un sendero o picada bien marcado, y que tras 4 o 5 horas de marcha y 1100 metros de desnivel, conduce al Refugio Otto Meiling. A lo largo del sendero hay un par de bifurcaciones, pero están bien señalizadas, por lo que es difícil perderse. El sendero transcurre en sus dos tercios inferiores en medio de un espléndido bosque de nothofagus (coigües, lengas y ñirres), que a medida que va ganando altura comienza a achatarse y ralearse, para finalmente dejar paso a la majestuosa vista del cerro Tronador.
Ubicado en el punto de divergencia de los glaciares Castaño Overo y Alerces, fue construido en 1971 por el CAB. El refugio Otto Meiling es una excelente base de operaciones. Cuenta con literas para unas 40 personas, cocina, baños y calefacción, y se sirven comidas. En el lugar se puede acampar gratis, y por el pago de una módica suma se pueden utilizar las instalaciones de la cocina.
Desde el refugio Otto Meiling, se debe continuar por el llamado Filo de la Motte, filo que separa el glaciar Castaño Overo del glaciar Alerces. No es un filo muy marcado, y salirse de él significa ingresar a glaciares muy quebrados y abiertos, por lo cual se aconseja tomar buenos puntos de referencia o fijar bien el rumbo con anterioridad. Siguiendo el Filo de la Motte, se continúa hasta pasar por la izquierda un notorio promontorio de roca. Se deben calcular entre dos y tres horas para llegar hasta aquí.
Pasado el promontorio de roca, hay que subir por el llamado Filo de la Vieja, que conecta este punto con la cumbre Argentina. No se debe seguir por el filo hasta llegar a esta cumbre, sino que hay que descender hacia la izquierda con anterioridad. El lugar exacto dependerá de cada temporada, así como de la pendiente que haya que superar para descender del filo. Normalmente no representa un obstáculo mayor, pero han habido cordadas que se han visto obligadas a rapelear. Después de descender del Filo de la Vieja, hay que continuar rodeándolo por la izquierda y empezar a dirigirse hacia el portezuelo. Para llegar al portezuelo, será necesario sortear algunas grietas y rodear algunos seracs. No resulta demasiado complicado, pero que requiere de mucha atención y de experiencia en alta montaña. Hay que sumar dos o tres horas más para llegar al portezuelo.
Una vez en el portezuelo (3.000 m aprox.), sólo queda la subida final. Hay que superar un par de grietas y el camino queda despejado hasta llegar a un tramo de roca. Son un par de metros en roca de mala calidad que a veces puede estar cubierta por nieve o hielo. Dado lo expuesto del paso, conviene montar un anclaje al pie de este paso, aunque se trate sólo de unos pocos metros. También se puede rodear la cumbre hacia la derecha hasta llegar a la pala de nieve (o acarreo, en años secos), de pendiente mucho menor. Desde el portezuelo alcanzar la cumbre requiere de media hora.
Una vez superado esos metros de roca, queda tan sólo remontar los pocos metros que faltan para el picacho final. La cumbre ofrece una magnífica vista tanto de los lagos argentinos como de los chilenos, así como al Osorno, Puntiagudo, Choshuenco e incluso del Villarica y del Lanín a lo lejos.
El descenso se realiza por la misma ruta en 3-4 horas.