Diccionario | Glosario de montaña y geografía

mal de altura

s. m.

Trastorno ocasionado por la escasez de oxígeno a causa de la altitud y que produce asfixia cerebral que se manifiesta por un dolor de cabeza, aceleración del pulso, fatiga respiratoria, náuseas y trastornos del sueño. Se combate bajando a cotas inferiores.

El mal de altura o mal agudo de montañas (MAM), puna o soroche en Latinoamérica, constituye una patología reversible que se relaciona con la hipoxia y el enrarecimiento del aire.

Fue descrito por primera vez por el misionero español, José Acosta, al observar sus consecuencias en los conquistadores de América. Manuel Font y Torné publicó la obra El mal de montaña con el patrocinio del Centre Excursionista de Catalunya, leída en el Congreso Internacional Alpino de 1900.

Puede aparecer a partir de los 2.500 m y depende, no sólo del proceso de aclimatación realizado, sino también de cada individuo particular, dándose casos en los que no es posible la aclimatación porque el organismo no llega nunca a adaptarse a la altitud. Los casos más graves degeneran en edema pulmonar o cerebral, patologías que pueden desencadenar la muerte del escalador si no se desciende con celeridad.

La prevención se basa en una correcta aclimatación y en la ingesta de grandes cantidades de agua (a razón de aproximadamente un litro por cada 1.000 m ganados).

No se ha demostrado consistentemente que alguna medicación prevenga con éxito el mal de altura. No obstante, hay algunos estudios que señalan algunos diuréticos y corticoides como preventivos del mal de altura. La aportación de oxígeno artificial al enfermo o el uso de una cámara hiperbárica portátil pueden ayudar a mitigar algunos síntomas antes del descenso. El uso de un pulsioxímetro portátil puede ayudar a controlar el proceso de aclimatación, evaluando si los valores de saturación de oxígeno se adecuan correctamente a la altitud alcanzada. El zolpidem puede ayudar a combatir el insomnio. Se trata de un inductor del sueño del que hay estudios que demuestran que no afecta al rendimiento físico.

La medicina de altura es la especialidad de la medicina que estudia, entre otras patologías propias del alpinismo, el mal de altura.