Diccionario | Glosario de montaña y geografía

desertificación

n. f.

Proceso de transformación de un bioma cualquiera en desierto, ya sea como etapa final de una sucesión natural, a consecuencia de los cambios climáticos y ambientales, o como fenómeno inducido o acelerado por la acción humana.

La desertificación puede deberse a procesos naturales o antropogénicos.Se trata de un proceso global que afecta a todos los continentes y que origina movimientos transfronterizos por parte de pueblos afectados por los procesos de degradación ecológica, los cuales buscan en la emigración la solución a sus problemas. En las causas de la desertificación, proceso de disminución o destrucción del potencial biológico del suelos, se encuentran distintas actividades humanas. La desertificación se produce a partir de la acción conjunta o por separado de diversos procesos de degradación del suelo. Entre estos procesos se encuentran la erosión hídrica y eólica; el deterioro químico (por salinización, acidificación o contaminación debida a distintos tipos de residuos), y el deterioro físico (por compactación o insuficiencia del drenaje). La erosión del suelo afecta a una cuarta parte de la superficie terrestre. El problema de la desertificación se contempla como un círculo vicioso en el que los agricultores y los pastores pobres ya no pueden producir alimentos en cantidades suficientes y la comunidad internacional se ve obligada a invertir grandes sumas de dinero en concepto de ayudas de emergencia. Durante este proceso aumenta el numero de refugiados y la invasión de nuevos territorios en los que, por la mayor presión humana, el proceso sufre una espiral de amplificación de consecuencias cada vez más graves.

Datos de mediados de la década de 1990 señalan que más de 135 millones de personas se encuentran directamente amenazadas por el hambre y la pobreza causadas por los procesos de desertificación, principalmente en los países subdesarrollados. Según algunos estudios, la desertificación afecta a más del 40% del planeta y a más de mil millones de personas, entre los que se incluyen unos diez millones de desplazados por motivos ambientales (Haití, El Salvador, países del Cuerno de África y de África austral, etc.). Se calcula que en los últimos 50 años, el planeta ha perdido un 11% de la superficie cultivada y que, anualmente, hasta 7 millones de hectáreas dejan de ser aptas para el cultivo o el pastoreo por la degradación de los suelos. Por continentes, la proporción de tierras agrícolas degradadas va desde un 16% en el caso de Australia, hasta un 65% en el caso africano y un 74% en el caso de América Central.