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    Geografía de África

    Geomorfología de África

    África ha conservado una sustancial integridad estructural desde sus orígenes, y nunca se ha visto afectada por grandes movimientos tectónicos. La mayor parte del continente está constituida por un zócalo, que formó parte del continente africano primitivo llamado Gondwana, del que después se desprendió Madagascar, y en sucesivos procesos sufrió una serie de deformaciones que dieron lugar a la cubeta del Níger, del Chad y de Bahr al-Ghazal en la mitad septentrional de África, y la cubeta del Congo y del Kalahari en la mitad meridional de África, en las que se han acumulado sedimentos, principalmente areniscas continentales. El zócalo se encuentra bordeado al norte por las alineaciones montañosas del Atlas, surgidas de los movimientos orogénicos terciarios relacionados con el geosinclinal mediterráneo y, en el extremo meridional, por la cordillera de Drakensberg, originada por las dislocaciones de la elevada meseta continental.

    El elemento tectónico más acentuado de África lo constituye la gran fractura que se abre en el sector oriental, desde el lago Malawi hasta las depresiones etiópicas, y que prosigue a través del mar Rojo y de las fosas sirio-palestinas. Con esa fractura se relaciona el origen de los imponentes volcanes que surgen en los márgenes y que constituyen las montañas más elevadas de África, que culminan en el Kilimanjaro (5.895 m). A lo largo de la fosa se alinean, además, algunos de los pocos volcanes activos de África, como el Virunga. Las otras zonas volcánicas de África (Ahaggar, Tibesti y Camerún) se relacionan con análogos fenómenos de carácter local, que han permitido el afloramiento del magma.

    Hidrografía de África

    Desde el punto de vista hidrográfico la superficie continental de África está repartida en pocas pero extensas cuencas fluviales. Las dimensiones de los ríos se deben a la estructura de África y a su pobre articulación morfológica. Dado que las tierras más elevadas se encuentran en el sector oriental, la mayor parte de las aguas fluviales van a parar al Atlántico, donde desemboca el Congo, que recoge por sí solo cerca del 60 % de las precipitaciones que caen en el continente, y el Níger, que tiene una cuenca muy extensa pero sometida en gran parte a precipitaciones estacionales, y que presenta por ello un régimen muy variable. Igualmente variable es el régimen del Nilo, el río más largo de África y del mundo, con más de 6.600 km que desemboca en el Mediterráneo. El principal tributario del océano Índico es el Zambeze, que drena las tierras altas surorientales.

    Clima de África

    Por su posición respecto al ecuador, África es el continente de mayor tropicalidad. Además, se da una distribución zonal de las condiciones climáticas simétrica al sur y al norte del ecuador. A lo largo del año las condiciones se alternan en los dos hemisferios. En la franja ecuatorial de África las precipitaciones son continuas, con una leve atenuación en los meses invernales o estivales al norte y al sur, respectivamente. Las lluvias son siempre superiores a los 1.800 mm, con máximos excepcionales en el golfo de Guinea y en particular en las vertientes del Monte Camerún, donde se pueden registrar hasta 10.000 mm anuales. En el África guineana, protegida de las influencias saharianas y bien expuesta a las masas de aire de origen oceánico se registra una elevada pluviosidad, distribuida a lo largo de todo el año. En el resto de África, el régimen de lluvias es tropical, con dos estaciones, mejor marcadas cuanto más acentuada es la tropicalidad. Las precipitaciones de África se concentran en los meses estivales (verano boreal) al norte del ecuador, y en los invernales (verano austral) al sur.

    En cuanto a las temperaturas de África, en la zona ecuatorial se registran valores medios entre 25 y 26 °C, tanto diaria como anualmente, en relación con la nubosidad continua, la ausencia de vientos y la humedad. En la franja de las estaciones alternas se dan valores estacionales y diarios más diferenciados cuanto mayor es el alejamiento del ecuador. En las zonas desérticas de África las temperaturas diarias alcanzan los 40 °C.

    Vegetación de África

    La flora de África corresponde, en un sentido zonal, a la selva ecuatorial, a la sabana arbórea, a la sabana arbustiva, a la estepa y al desierto según una sucesión que se repite en la parte austral y boreal. Más allá del desierto africano recomienzan las estepas, las áreas arbustivas y por último, en los extremos, las áreas mediterráneas.

    La selva ecuatorial de África se extiende por la cuenca del Congo y la franja guineana más expuesta a los influjos oceánicos. Con la falta de condiciones ecuatoriales, la selva se empobrece gradualmente y sólo continúa a lo largo de los cursos fluviales formando bosques de galería y creando densas franjas verdes que se adaptan al retículo fluvial.

    Geografía de los continentes

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